Volvemos ha estar en la campaña del quitate tú para ponerme yo.
Esta campaña para la elección de gobernantes, en este caso municipales, vuelve a ser una mentira para para hacernos creer importantes y que decidimos sobre las decisiones que se tomen en la organización de la sociedad.
Los partidos, por definición, son aparatos jerarquizados para conseguir el poder político y el poder político no es más que la disciplina de maniobrar para mantener al mando a los que realmente rigen los designios del mundo.
Son los meros ejecutores de las necesidades de los que verdaderamente mandan, adecuando las leyes (que según ellos nos hemos dado todos) a sus intereses y necesidades y por supuesto para cubrir sus actuaciones trapaceras.
Leyes embrolladas con sucesivos desarrollos que están hechas para que el común de la ciudadanía no tengamos ni idea de a que atenernos al respecto, obligándonos a seguir normas que están hechas para que las desconozcamos, para así tenernos controlados mientras pensamos que somos libres porque elegimos a testaferros del verdadero poder.
La historia nos ha demostrado inequívocamente que quien alcanza el control del estado tiene como premisa principal, fin único, el mantener el sistema y si se cambia mantener las mismas estructuras de sometimiento cambiándoles el nombre.
Un ejemplo clarificador, en esta época que tan de moda está hablar de corruptos ¿cuando se ha hablado de los corruptores? si en alguna ocasión se ha hablado de ellos a sido otorgándoles el papel de víctima. Pero los corruptos pasan y los corruptores quedan.
Y esta (la corrupción) es, no nos engañemos, la forma de funcionar del estado, el pago que el poder da a sus esbirros para que la maquinaría funcione a su favor.
Pensemos, ellos pretenden gobernarnos cuando dicen que nosotros somos incapaces de autogobernarnos ¿de donde sacan que ellos son mejores que nosotros y que tiene la iluminación de la capacidad del gobierno? ¿soberbia? ¿desprecio para con nosotros, seres inferiores que se nos a de guiar como a ganado al que si se desmanda lanzar a sus perros?…
Recordemos que la famosa frase del despotismo ilustrado “Todo para el pueblo pero sin el pueblo” fue y sigue siendo “Todo para el poder a pesar del pueblo”.
Ha llegado el momento de decirles que ya no nos engañan que les voten su camarilla y sus estómagos contentos. De que nos organicemos de forma que dejemos de lado al estado y sus instituciones. Seguro que al hacerlo cometemos equivocaciones pero del espíritu crítico y las ganas de superarnos en la construcción de una sociedad verdaderamente libre nos hará avanzar en la mejora. La libertad no es un concepto mágico, no se da ni concede, es el fruto del esfuerzo y de la razón.
Recordemos ellos no son mejores son más ladinos.
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