Lo saben ya no engañan a nadie. Por eso su candidato no es el producto que lava más blanco, si no los demás son peores que mi producto.

Ya todos sabemos que los políticos no son más que los figurones al servicio de los mercados, verdadero gobierno mundial, sabemos que nadie puede mover una brizna de hierva sin su permiso.

Por eso los políticos ya no ofrecen fórmulas mágicas para arreglar las cosas si no que tiran de instintos tribales ondeando banderas patrias para que nosotros, deslumbrados por los colorines de las mismas no veamos que tan sólo sirven a su amo, el único, todos al mismo.

Nos dicen que la democracia es el sistema político menos malo. En realidad es la máscara amable de los tiranos de siempre, la máscara más barata, útil en su mentira mientras no se mueva sus estructuras hacia el cambio social.

Y ahora con los sistemas de control sobre las personas cada día más perfeccionados e integrados en la normalidad ciudadana la democracia es más prescindible, más innecesaria, más cara.

Por eso están asomando los fascismos retenidos en otros tiempos que serán los que nos gobiernen, en nombre de los mercados, no muy tarde.

Mientras tanto puedes votar a cualquiera de los figurones de los amos u organizarte al margen del estado para ofrecer una resistencia eficaz a este futuro y dar una posibilidad a la creación de una sociedad verdaderamente libre e igualitaria. Nosotros sabemos que la segunda opción es la más complicada y trabajosa, pero es la única que tiene futuro frente a la esclavitud programada.

Tened en cuenta que su paraíso, el suyo, el de los amos, es el sistema social chino, con un fuerte sistema disuasorio-represivo respecto a los súbditos y manga ancha para las empresas y finanzas. Vosotros decidís, nosotros los hemos hecho, frente al capitalismo feudal la única solución el anarquismo.

Un capitalismo como sistema económico basado en el predominio de la obtención de capital a toda costa, sobre cualquier intereses. Donde el que más dinero gana es quien ostenta el poder. Estructurado en un sistema sistema político-social con una fuerte dependencia de vasallaje, de clases estrictamente estanco, donde quien más fuerza militar (el que disponga de más dinero para montarla y mantenerla) puede reunir es el que manda. Por lo tanto vamos a una sociedad donde se establecerá un vasallaje en el que quien mande será el que haya establecido (los mercados) el monopolio sobre las riquezas mundiales (dueños de almas y haciendas) que irá delegando su poder absoluto en sus siervos más directos, atados con un fuerte lazo de vasallaje, hasta llegar a nosotros, siervos de la gleba, con menos derechos que los esclavos y perfectamente prescindibles.

Los mercados: como se dice en la película “Sospechosos habituales” respecto a Keyser Söze: “El mejor truco realizado por el diablo fue convencer al mundo de que no existía y así… desaparecer”

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